2011-05-14

ANÁLISIS MANCHESTER UNITED 2-1 CHELSEA FC


Manchester, 8 de Mayo del 2011 (17.05 CET)
MANCHESTER UNITED (Alex Ferguson, ING, 4-4-2): Van der Saar (1); Fabio (20), Ferdinand (5), Vidic (15), O’Shea (22); Valencia (25), Carrick (16), Giggs (11), J.S. Park (13); Rooney (10), J. Hernández (14).
CHELSEA FC (Carlo Ancelotti, ITA, 4-3-3): Cech (1); Ivanovic (2), D. Luiz (4), Terry (26), Cole (3); Essien (12), Obi Mikel (5), Lampard (8); Kalou (21), Drogba (11), Malouda (15).
Goles: Min. 1, Javier Hernández (Asist. J.S. Park) || Min. 23, Vidic (Asist. Giggs) || Min. 69, Lampard.
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Ante el partido que decidiría el título de Premier inglesa ambos equipos salieron con los onces esperados salvo la ausencia por lesión de Evra, suplida por O’Shea en el lateral zurdo. Se presentaba el duelo como una buena oportunidad de ver la idoneidad de ambos sistemas ante el rival más fuerte, según dictaba la clasificación (1º vs. 2º), y sin argumentos que excusaran la derrota de uno u otro: el Chelsea podía contar con David Luiz, ausente en la eliminatoria de Champions League, y el Manchester United con un once que, como analizaremos, está ganando muchos enteros para ser el titular en la final de la mencionada competición ante el F.C. Barcelona.
Junto a ésto, la racha de resultados con la que ambos llegaban al duelo presagiaba un partido muy competido y de mucha intensidad. Recordemos que los de Ancelotti sumaban ocho victorias y dos empates en sus últimos diez compromisos ligueros, desde que David Luiz es titular en liga, y los reds lo hacían sin conocer la derrota liguera en casa desde hacía más de un año y precisamente contra el Chelsea FC (03/04/2010, MUFC 1-2 CFC). Pero además, los blueshabían equilibrado su sistema tanto en defensa como en ataque con la aportación como pivote defensivo de un Obi Mikel cuyo nivel en los últimos partidos había quitado la titularidad a Ramires, jugando con Essien y Lampard como interiores; y con Kalou haciendo lo mismo en ataque, desde banda derecha, habilitando otra salida en velocidad y relegando al banquillo a Anelka y a Torres.
Sin embargo, lo que vimos fue un partido en el que se imponía un concepto de juego trabajado durante años y evolucionado a lo largo de la temporada, ante un equipo que saltó al campo adormilado y, cuando se quiso dar cuenta, se veía con un dos a cero en contra en el marcador. Todo debido principalmente a la diferencia de intensidad y ambición mostrada por ambos en los primeros minutos de partido. Pero también hubo aspectos tácticos importantes en la resolución de ese primer tercio del encuentro. Siempre hemos comentado que al Chelsea de esta temporada le ha faltado generar juego en el centro del campo, contar con un jugador que maneje al equipo, invente y tenga en sus botas ese último pase. McEachran aún no cuenta con la experiencia necesaria para darle la titularidad en este tipo de encuentros y, por lo visto, Benayoun tampoco es considerado titular por un técnico italiano que siempre ha preferido el músculo y la contención en esa parcela del campo. Ante esa lacra, el éxito de los azules en las últimas jornadas se había fundamentado en la mejoría defensiva, la intensidad de la pareja Mikel-Essien y el nivel exhibido por Drogba, quizás el jugador más importante de la plantilla. Pero el Domingo, esos dos primeros pilares en los que se sustentaban las renovadas opciones de título se vinieron abajo, sobretodo por el buen quehacer de los locales.
El partido definió perfectamente a qué juega el equipo de Sir Alex Ferguson: intensidad en la contención en el centro del campo, presión al jugador con balón, salida al primer toque por el carril central, desborde y velocidad en bandas (2 opciones: el centro al área desde línea de fondo o la jugada individual en diagonal fuera-dentro) y toque-movimiento y generación de espacios en punta. A lo largo de los noventa minutos pudimos disfrutar de todos estos aspectos del juego por parte de un Manchester United que fue acusado durante gran parte de la temporada de sacar sus partidos adelante sólo por su solidez defensiva, la calidad de sus hombres en punta y sin el menor ápice de vistosidad en su fútbol. De haber sido así, podemos asegurar que los pupilos del ilustre entrenador inglés han alcanzado su mejor nivel de juego en este importantísimo final de temporada (Final de Champions League, 28/05/2011).
El Manchester puso en práctica todos esos aspectos de su juego y hemos querido mostrarlo en el siguiente vídeo, en el que los podemos disfrutar en una jugada que comienza con un robo de balón de J.S. Park, como comentaremos, el hombre del partido.
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Como decíamos, Ji-Sung Park, el gran descubrimiento de Guus Hiddink en su época como seleccionador surcoreano, fue sin duda alguna el hombre del partido por la intensidad que puso en todas sus acciones, sobretodo en la presión a la salida de balón rival, y la habilidad que demostró para generar siempre una línea de pase al compañero. Partiendo desde la banda izquierda, no ancló su posición al costado sino que participó de todo el juego de su equipo coordinando a la perfección sus movimientos con Giggs en el centro del campo o con Rooney en la zona de enganche, precisamente los tres hombres clave en la acción del  primer gol. En los siguientes gráficos podemos ver cómo estos tres jugadores tuvieron presencia en todas las parcelas del terreno de juego.
Pases Rooney
Pases Gigg
Pases J-S Park
A simple vista podría simbolizar desorden táctico pero representa todo lo contrario. Si vemos el partido, como hemos hecho una y otra vez para generar este análisis, todos los movimientos en los jugadores de Ferguson tienen un fundamento y una coordinación con el compañero. Cuando Park cae al centro para apoyar la salida de balón local, Giggs cae a la banda aprovechando el espacio que genera el movimiento del surcoreano. Del mismo modo ocurre con Rooney, cuyos movimientos a banda o a la línea de medios desde la posición del 10 (más incluso como mediapunta que como segundo delantero) habilitan espacio a la llegada desde tercera línea o a la diagonal de los hombres de banda. Movimientos fáciles a simple vista pero sumamente complicados de ejecutar puesto que no implican sólo a dos jugadores sino a todo un equipo, desde el portero hasta el delantero.
Como podemos apreciar en la gráfica de pases de Rooney, la mayoría de ellos son cambios de juego hacia la banda derecha del ataque red. El motivo es obvio. Ante los movimientos del 10 del United en la parcela de enganche en posesión de balón siempre acudían dos rivales a la presión; ésto junto con que el juego del equipo local casi siempre se desarrollaba por el costado zurdo, con Giggs y Park, genera un espacio vacío en la banda de Valencia que, de recibir, se encontraba solo ante Cole en la mayoría de ocasiones.
Otro aspecto de los muchos e interesantes que planteó el juego del United es la situación de Giggs como pareja de Carrick en el centro del campo. Aunque lo hayamos visto en esa posición en varios partidos a lo largo de la temporada, de todos es conocido que en la que mejor se desenvuelve el jugador galés es pegado a la banda izquierda. Sin embargo, en esta nueva demarcación, el equipo de Ferguson, lejos de perder nivel en la contención defensiva, gana claridad en la salida de balón. Giggs, por su experiencia, es un jugador que en el doble pivote no pierde la posición y está siempre bien situado en las ayudas defensivas y, en fase ofensiva, tiene una claridad en el pase que precisamente es la que comentábamos le falta al equipo de Ancelotti. Todo, sumado a la efectividad demostrada por el mexicano Javier ‘Chicharito’ Hernández (de cuyos movimientos en punta haremos un análisis en próximas jornadas), dio pie a la superioridad con la que Alex Ferguson ganó la partida de ajedrez al italiano Carlo Ancelotti.
Minuto 1, 1-0 Gol de Javier Hernández. Desarrollo de la jugada. Pulsar imagen para ver tamaño completo.
Por último, presentamos una gráfica que expone perfectamente los movimientos con y sin balón de los hombres del United en la acción del primer gol. En ella se ve cómo Giggs (11) recibe completamente sólo un balón que O’Shea (22) gana por alto a Malouda (15), y Obi Mikel (5) corre a su presión. Ahí empiezan los movimientos sin balón que facilitan la jugada de peligro que terminaría en gol. Nada más ver que Giggs recibe, Park (13) sale en carrera hacia adelante habilitando una opción de pase al galés que le ve y le da el balón en largo y raso. Rooney (10), viendo el movimiento del surcoreano, sale en carrera arrastrando con él a Essien (12), buscando desdoblarse para darle otra salida por banda. A la defensa de Park acude desde el costado el lateral diestro, Ivanovic (2), pero gracias al movimiento de Rooney, el surcoreano cuenta con toda la zona central libre con lo que, al caer hacia ella, deja a su espalda al defensa serbio. A su vez, Javier Hernández (14)  ha iniciado el movimiento en la punta de ataque buscando desmarcarse de los centrales rivales. En el movimiento de Terry (26) y David Luiz (4) está la clave del éxito de la jugada red. En ningún momento enciman al delantero mexicano con lo que, una vez que Park lanza el pase raso en largo a su carrera, ninguno de los dos es capaz de defender la acción y el ‘Chicharito’ se planta solo ante Cech (1), batiéndole por bajo.
NOTA: Artículo redactado para la sección Área Técnica de la web Fútbol Británico.

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