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Este modesto club alemán, con tan solo cinco temporadas de experiencia en la máxima competición del país, contando la presente, ha ganado ocho de los nueve primeros compromisos ligueros (sólo ha perdido el último partido en casa ante el Hamburgo), lo que le ha permitido alcanzar el liderato de la competición, desarrollando un juego rápido y directo en ataque, con una defensa bien organizada y muy experimentada.
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Ese juego de ataque, con jugadores jóvenes, casi todos ellos procedentes de la cantera, cesiones o incorporaciones de esta temporada, es el que mejor define a los hombres de Thomas Tuchel (37 años, ALE), a la par el técnico más joven de la Bundesliga.
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Tras abandonar su modesta carrera como futbolista a los 25 años por una lesión crónica de ligamentos, Tuchel ha estado desde el principio ligado como técnico a las categorías inferiores de clubs como el Stuttgart y coordinando el fútbol base del propio club de Maguncia desde el 2008, convirtiéndose un año después en el técnico del primer equipo, en su primera experiencia como entrenador.
Es un entrenador que vive mucho los partidos y exhibe su pasión durante los mismos, pasión que sabe transmitir a sus jugadores, llegando incluso a preguntarles qué táctica creen que deberían utilizar según el rival al que se enfrenten antes de los partidos. Está en permanente contacto con ellos, conoce perfectamente el fútbol base de Mainz y no se arruga a la hora de hacer alineaciones, pudiendo cambiar hasta cinco o seis jugadores de un partido a otro y dando titularidad a jóvenes de 19 años como Schürrle, desconocido hasta esta temporada.
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El dibujo que plantea de salida el entrenador alemán es un 4-3-1-2, con jugadores de mucha experiencia en defensa y una delantera muy joven que, en combinación con el mediocampo, realizan un juego muy directo, rápido y efectivo.
El once titular es el formado por: Wetklo en portería; Svensson y el capitán Noveski en el centro de la zaga, con Zabavnik y Fuchs en los laterales; una línea de tres en mediocampo formada por Karhan, Soto y el jugador cedido por el Getafe, Polanski; Holtby como hombre enganche y el húngaro Szalai, ex del Real Madrid, y el tunecino Allagui, como delanteros.
Al joven Schürrle le ha dado muchos minutos a lo largo de la temporada, sobretodo entrando en segundas partes. Como suplente, ha marcado en tres de los cinco partidos que ha disputado, jugando tres más como titular, en los que consiguió sólo un gol. En banquillo y como principales recambios, Tuchel suele utilizar al mencionado Schürrle, Risse y Rasmussen como opciones atacantes, Caligiuri y Heller en mediocampo y Bungart como hombre más defensivo.
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En defensa, los de Tuchel son un equipo muy solidario en el esfuerzo, todos participan en la presión. Disponen una línea de tres en el centro del campo que bascula muy bien según la zona del campo por la que dirija sus ataques el equipo rival. Holtby ayuda en esa presión por el centro y ambos delanteros caen a banda para hacer cada uno lo mismo por su costado. El Mainz es incansable en ese esfuerzo defensivo, lo cual se lo permite una magnífica condición física a la que contribuye que no participen en competición europea.
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En ataque, el Mainz despliega un juego muy directo donde su mayor baza es el pase a Holtby. Éste, desde su posición de enganche, busca en uno o dos toques el pase al hueco a los delanteros que, como hemos comentado, caen a banda en defensa y, desde ahí, alternan su recorrido, dibujando uno una diagonal hacia el centro buscando el pase en largo y, el segundo, cae a recibir en corto, desequilibrando de este modo el sistema defensivo del rival, generando espacios.
Holtby es un mediapunta que se busca muy bien el espacio en esa zona de tres cuartos ofensiva para recibir sin oposición rival y dirigir el ataque de su equipo.
En caso de tratarse de una posesión en estático, el mejor arma de los de Tuchel es la salida por banda izquierda del lateral Fuchs, incansable durante todo el partido y uno de los hombres que más participan y más activo está en los ataques de su equipo. La otra opción es el juego combinativo por el centro entre Polanski, desde el pivote defensivo, y los dos volantes, Karhan y Soto. Ambos, pero sobretodo el colombiano, se suman muy bien al ataque desde esa segunda línea permitiendo precisamente ese juego combinativo con Holtby.
Una jugada muy utilizada también por el Mainz es el pase directo desde Svensson en defensa a Holtby en zona de tres cuartos, saltando la primera línea de presión rival, desde donde el joven alemán juega en uno o dos toques al espacio en largo para uno de los dos delanteros.
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Las bandas en el Mainz quedan totalmente para los laterales, sobretodo el zurdo, puesto que ninguno de los hombres de medicampo ocupan los costados, ni en ataque ni en defensa. Fuchs es el hombre más en forma del equipo, subiendo la banda constantemente, actuando muy bien en defensa y llegando a línea de fondo en ataque. Es además el jugador que pone en juego todas las jugadas a balón parado, tanto en centros como en disparos directos a puerta.
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A la hora de nombrar jugadores clave, cabe destacar primero que el principal valor del Mainz de Tuchel es el juego en equipo, muy solidario tanto en defensa como en ataque.
Por nombrar algún jugador, destacar al mencionado lateral zurdo Fuchs, el más joven de los hombres de defensa. En mediocampo, el eje del equipo es el jugador del Getafe Polanski. Pero lo más importante y, a la par, lo que más relevancia está teniendo en este principio de temporada son sus hombres de ataque.
Antes de nada, cabe destacar que todos los hombres de ataque son nuevos en el club esta temporada. Rasmussen, Holtby, Risse, Ivanschitz y Georgiev están cedidos, mientras que Allagui, Babanguida y Sliskovic fueron fichados el pasado verano. Szalai, en el club el año pasado cedido por el Real Madrid, fue comprado este verano por medio millón de euros y Schürrle disfruta de su primer año como jugador del primer equipo.
El tunecino Allagui y el danés Rasmussen comenzaron la temporada como titulares y con buenas actuaciones, sobretodo del africano. Pero ha sido la aparición de Holtby, Schürrle y Szalai lo más destacado, por su juventud, con una media de 20 años entre los tres, pero principalmente por su velocidad y capacidad de definición en jugadas de ataque.
Holtby es un jugador cedido por el Schalke 04 de Magath a principio de temporada que, como hemos comentado, es el hombre por quien pasan todos los balones en jugada ofensiva. Muy técnico, se busca bien el espacio para recibir sin oposición y dar ese último pase clave al hueco.
El húngaro Szalai es una de las sensaciones de la temporada sobretodo por la racha goleadora por la que está atravesando, tanto en el equipo alemán como en su selección. Goles de muy buena calidad y que están definiendo partidos en los últimos minutos. Es un jugador que recibe muy bien de espaldas a la portería contraria y se revuelve perfectamente eliminando a su par.
Y por último Schürrle, la joya de la cantera. Un joven alemán de 19 años a quien su técnico conocía muy bien por sus años como coordinador de la cantera del Mainz y cuya temporada está llamando tanto la atención que ya ha sido contratado por el Leverkusen para la temporada que viene. Es un jugador ambidiestro que puede ocupar cualquier posición de esa línea de tres cuartos o la delantera, pero que sobretodo cae muy bien a banda izquierda, desde la que dibuja diagonales al centro que casi siempre le dan muy buen resultado a su equipo.
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De seguir con este juego y en este estado de forma, los hombres de Tuchel junto con el Borussia de Dortmund y , quizás también el Hamburgo, son ahora mismo los equipos con mayores posibilidades de conseguir éxito al final de temporada. Pero, en una liga como la alemana y estando el Bayern Munich en liza (recordemos que la temporada pasada los hombres de Van Gaal ya tuvieron un inicio muy irregular también) es muy difícil predecir con éxito.
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